El Granada acabó con la racha de cuatro victorias consecutivas del Rayo Vallecano, algo que no impide que se siga soñando. Con las victorias de Real Madrid y Atlético en la noche de hoy, los franjirrojos continuarán en los privilegiados puestos europeos. Pese a ello, el partido de ayer dejó claro que hay algunas zonas del campo que mejorar y pulir para continuar optando a esas posiciones. Puede que lo de ayer fuese un accidente, ya que los de Jémez no merecieron perder.
Hay falta de fondo de armario a la hora de hacer un equipo competitivo en ataque. El corazón y la fuerza de Delibasic no son suficientes para reemplazar el caudal goleador que necesita este conjunto. Nicki Bille tampoco era una solución fiable. Por ello, el fichaje de un nueve se antoja necesario para un Rayo Vallecano huérfano de ideas cuando dos de sus mejores jugadores en ataque están fuera de juego.
Se ha hablado de Machado y se ha anunciado incluso que su fichaje estaba hecho. Hace una semana de eso y aún no se ha podido disfrutar de su presencia en la Ciudad Deportiva franjirroja. No es desconfianza en los medios de comunicación, más bien es crítica a una directiva que camina a paso de tortuga. La necesaria firma de la Administración Concursal acaba por eternizar un proceso ya de por sí complicado para un club como el Rayo, que ficha a coste cero.
El problema cuando no están Léo y Chori no es la falta de eficacia o de gol. Está más que comprobado que los vallecanos, salvo en contados partidos, no es un equipo efectivo. Jémez lo ha dicho multitud de veces: este conjunto necesita hacer muchas ocasiones para marcar. Sin ellos, la problemática del Rayo se encuentra cuando hay que hacer fútbol. Sin la creatividad de Léo y Chori en el ataque, quizás la solución pase por fichar a un futbolista que marque goles sin necesitar muchas ocasiones. Hay que confiar en Miñambres, que ya consiguió al recordado Diego Costa a coste cero en el pasado mercado invernal.
La semana que viene Chori estará, salvo imprevistos, en el once inicial del Rayo frente al Betis. El partido será crucial para valorar las aspiraciones del equipo dado el gran estado de forma del conjunto de Pepe Mel. Su presencia junto a Trashorras será fundamental para que el juego del conjunto de Jémez sea fluído y genere ocasiones de gol. Aún así, la baja de Léo es clave. Su buena química con Piti consigue que tanto el capitán como él marquen la diferencia sobre el terreno de juego. Los números están ahí y los goles que han generado entre ambos son los que han puesto al Rayo en el pedestal en el que se encuentra ahora mismo.
Pese a esta pequeña pero crítica reflexión, sí hay que congratular a la directiva en el caso Jordi Figueras. 800.000 euros se ingresaron en las cuentas del Rayo por un jugador que pertenecía al Rubin Kazán. Ahora vuelve en calidad de cedido y su partido de ayer fue una muestra de la gran calidad que atesora. Buen fichaje y buen negocio. Ahora, con la retaguardia cubierta, hay que buscar alternativas en el ataque para hacer de este equipo un grupo completo y seguir soñando. Pronto, porque sin nueve no hay paraíso.